Las etapas por las que está pasando la banda alemana
Tokio Hotel, son las propias de una banda en expansión donde la meta aún está por definir. Ponerle un techo a la banda de Magdeburg con la edad que cuentan sus miembros sería un error monumental. Hoy por hoy y con los datos en la mano, son la banda europea de procedencia no inglesa con más proyección a nivel mundial.
Embarcados en el intento de adentrarse en el mercado más complejo del planeta como es el americano, han comprobado como las puertas las tienen a priori de par en par. Independientemente de la calidad de su música,
Tokio Hotel reune las condiciones indispensables que todos los grandes grupos han tenido al principio de su carrera y que se resumen en el glamour y la capacidad de seducción. Los medios de comunicación americanos se han rendido ante el desparpajo de los germanos y sobretodo ante la marcada personalidad de su lider
Bill Kaulitz. La música atraviesa una etapa monótona, aburrida y sin apenas riesgo, donde todo lo que se ve y se escucha, da la sensación que ya se ha visto y se ha oido. Se agradece un poco de aire fresco y
Tokio Hotel han abierto claramente las ventanas.
Apuntábamos recientemente en
DestinoRock la posibilidad del cambio de residencia a los USA para afrontar con garantías el asalto final, cosa que, visto lo visto, no parece descaminado. Muchas voces se han alzado en contra de la marcha aclamando la posible perdida de raices del grupo. Ayer se dió a conocer la noticia de la donación de 20.000 Euros por parte de
Tokio Hotel a la Fundación "
Bürger für Leipzig"(Ciudadanos por Leipzig) con los que se fomentará la música en niños procedentes de familias con dificultades económicas. El lema de la iniciativa es "
Musik mach schlau" (La música te hace inteligente). Gran detalle, que muestra que pese a estar fisicamente en los USA, el corazón lo mantienen en casa.